CARACTERÍSTICAS
CARDIOVASCULARES:
PROBLEMAS
COMUNES DEL CORAZÓN Y LOS VASOS SANGUINEOS PARA PERSONAS CON SÍNDROME DE
MARFAN.
Los problemas
cardiovasculares (corazón y vasos sanguíneos) son comunes en personas con
síndrome de Marfan. De hecho, los problemas cardiovasculares afectan a
aproximadamente 9 de cada 10 personas con síndrome de Marfan.
El más común de estos
problemas afecta a la aorta (el vaso sanguíneo principal que acarrea la sangre
del corazón hacia el cuerpo). Las válvulas del corazón también pueden presentar
problemas.
Los problemas en otros
vasos sanguíneos fuera de la aorta son menos frecuentes.
Aquí algunos datos
sobre problemas comunes del corazón y los vasos sanguíneos en personas con
síndrome de Marfan:
Dilatación de la aorta y aneurismas aórticos.
Son problemas
cardiovasculares muy serios, ya que al tener la aorta muy agrandada se corre el
riesgo de una disección (rasgamiento) o ruptura. La dilatación de la aorta
(aorta agrandada) y los aneurismas de la aorta (abombamiento de la pared de la
aorta) pueden ocurrir en cualquier segmento de la aorta. Para la mayoría de las
personas con síndrome de Marfan el problema comienza en la raíz aórtica (el
segmento de la aorta más cercano al corazón).
Los doctores usan la
edad, estatura y peso de la persona para determinar si la aorta se encuentra agrandada.
Es por esta razón que las personas con síndrome de Marfan deberán hablar con
sus doctores para saber si el tamaño de la aorta se encuentra dentro de los
límites normales para ellos.
Tratamiento
La evolución normal de
una dilatación de la raíz aórtica es que siga creciendo hasta que se rompa. La
disección o rotura aórtica tiene una mortalidad cercana al 100%, motivo que
justifica la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz. Un diámetro de
la raíz aórtica superior a 6 cm se asocia con un 30% más de riesgo de que se
produzca rotura.
Existe tratamiento
farmacológico, destinado principalmente a mejorar la sintomatología de la
insuficiencia cardíaca, para pacientes que no cumplen las condiciones para
someterse a intervención quirúrgica. Para estos pacientes se recomienda un
seguimiento regular de la progresión del aneurisma y medidas
higiénico-dietéticas, tales como no consumir alcohol, tabaco y control de la
colesterolemia.
La cirugía sustitutiva
se considera el tratamiento principal. El diámetro del aneurisma es el
principal criterio para decidir cuándo intervenir. En general, si el diámetro
es igual o superior a 5 cm (50 mm) se procede a la intervención quirúrgica. En
pacientes que padezcan síndrome de Marfan o valvulopatía aórtica bicúspide la
cirugía se suele realizar si el aneurisma alcanza un diámetro de 4.5 cm (45
mm). Según las características del aneurisma se sustituye toda la raíz aórtica,
incluyendo la válvula, o sólo alguna parte. En ocasiones el arco aórtico puede
formar parte del aneurisma y también se sustituye en la cirugía. Existen
diferentes técnicas y prótesis sustitutivas, en función del caso y las
características del paciente el equipo médico elegirá las más adecuadas.
Disección aórtica
Esto sucede cuando hay
un desgarre entre las capas de la aorta. La mayoría de las personas se dan cuenta
cuando esto sucede debido a un dolor muy severo en el centro del pecho, abdomen
(estomago) o espalda. El dolor puede ser “severo”, “agudo” o “desgarrador”, y
puede viajar del pecho a la espalda y/o abdomen. En ocasiones el dolor es menos
severo, pero la persona sabe que “algo anda muy mal”. Si se sospecha de una
disección, es necesario que la persona vaya inmediatamente a la sala de
urgencias de un hospital. Existen dos tipos de disecciones aorticas:
• Disección de la aorta ascendente. Esta es la disección
más común en el síndrome de Marfan.
Es potencialmente
mortal (la persona puede morir si no se trata de inmediato). Cuando sucede este
tipo de disección la persona necesita cirugía de inmediato.
• Disección de la aorta descendente. Con frecuencia puede
manejarse con medicamento y control (observación). La persona solamente
necesita de una cirugía si tiene complicaciones serias.
Estas complicaciones
incluyen: pérdida de flujo de sangre hacia los órganos vitales o una aorta que
se encuentra severamente dilatada.
Prolapso de la válvula mitral.
Es un “ondear”
(movimiento) de la válvula mitral cuando el corazón se contrae. Los síntomas
pueden incluir latidos cardiacos rápidos y falta del aliento. Algunas personas
también tienen regurgitación de la válvula mitral (una fuga o derrame en la
válvula mitral), Cuando la fuga es pequeña, con frecuencia no representa un
problema, pero si la válvula tiene una fuga importante, es posible que la persona
necesite de una cirugía.
Regurgitación aortica.
Esto sucede cuando la
válvula aortica no cierra completamente y se regresa sangre al corazón. Los únicos
síntomas que puede presentar una persona son latidos cardiacos fuertes y falta
de aliento con actividad ligera. La regurgitación aórtica con frecuencia sucede
debido a una dilatación aórtica (cuando la aorta está tan grande que las
válvulas no pueden cerrar completamente).
Para las personas con
síndrome de Marfan los problemas cardiovasculares pueden ser muy serios. Lo
bueno es que hay muchas maneras de ayudarlos. Esto incluye cirugía y medicamento.
Existen investigaciones nuevas que demuestran que muchas personas con Marfan
pueden vivir un lapso normal de vida. Se están encontrando también medicamentos
más útiles por medio de nuevas investigaciones.
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